A medida que avanza el año, los mercados de tanqueros parecen gozar de una salud relativamente buena y las ganancias de todos los principales segmentos de buques se encuentran en territorio positivo. Sin embargo, todavía persiste la sospecha de que la recuperación aún no sea sostenible y de que haya un problema mayor a corto plazo. Teniendo esto en cuenta, en BRS Tanker examinó cuatro riesgos que podrían descarrilar o retrasar la recuperación del sector.
Geopolítica: Para BRS Tanker el mayor riesgo geopolítico para los tanqueros en 2024 vendría de una proliferación del conflicto en curso entre Israel y Hamás. Por ejemplo, si Irán se viera arrastrado al conflicto, la atención se traslada al Estrecho de Ormuz. Cualquier cierre de este cuello de botella amenazaría los casi 17 mb/d de productos crudos y refinados exportados desde el Golfo de Medio Oriente.
De acuerdo con la consultora el impacto de un cierre de los mercados de tanqueros de Medio Oriente sería catastrófico. Esto probablemente haría que muchas navieras decidieran rápidamente lastrar sus buques y navegar en busca de empleo. De hecho, en ausencia de barriles de Medio Oriente, la demanda y el costo de transportar crudo y productos de otras regiones aumentarían. Esto probablemente significaría que se refinaría más petróleo de la Cuenca Atlántica en Asia y que más productos se dirigirían desde Asia a la Cuenca Atlántica, lo que agregaría toneladas/milla pero no sería suficiente para reemplazar las pérdidas en Medio Oriente.
Recesión económica: La opinión consensuada es que el crecimiento se está desacelerando pero que la economía global no se encamina hacia un aterrizaje forzoso. Sin embargo, BRS Tanker estima que la balanza de riesgos sigue firmemente sesgada a la baja. Los riesgos notables para 2024 incluyen que los bancos centrales no reduzcan las tasas de interés a raíz de una inflación persistentemente alta, que la deuda pública se vuelva menos sostenible o que se produzca otro shock financiero. Todo esto podría hacer que el crecimiento mundial se revise a la baja con respecto a la previsión actual de 1,4 mb/d para 2024.
Además, país por país, todas las miradas están puestas en China- considerando que representa alrededor del 50% del crecimiento mundial- que enfrenta por sí sola dos riesgos: en primer lugar, el deterioro de las relaciones con Washington a causa de Taiwán (algo poco probable). En segundo lugar, la intensificación de la actual agitación en el sector inmobiliario del país. Si bien el primer riesgo sería indudablemente negativo para los petroleros, el segundo podría perjudicar la demanda de petróleo.
OPEP+ no defiende su cuota de mercado: En algún momento de este año la OPEP+ tendrá que cambiar de rumbo y defender su participación en el mercado petrolero mundial, que cayó casi un 2% interanual en 2023. Sin embargo, si en cambio, opta por defender los precios, impulsándolos, frenaría la demanda de tanqueros y aumentaría aún más sus gastos operativos.
Al igual que con cualquier amenaza al tráfico a través del Estrecho de Ormuz, cualquier cambio en la política de la OPEP+ se sentirá profundamente en los VLCC, ya que estos tanqueros de 2 mb de capacidad no sólo consumen la mayor cantidad de combustible, sino que también transportan la mayor parte del crudo del Medio Oriente.
Derrame de un tanquero de la flota gris: Este riesgo fue motivo de preocupación en 2023 y seguirá siéndolo mientras la flota gris sea responsable del transporte de una proporción significativa del petróleo transportado por vía marítima.
Actualmente, BRS Tanker estima que la flota gris tiene 675 buques, lo que equivale al 7,4% de la flota mundial tanquera. De estos buques, 607 son de 34.000 dwt (MR1) o superiores.
Por otra BRS Tanker, estima que hay 204 tanqueros de propiedad privada que realizan únicamente negocios autorizados (excluidos los negocios con Rusia). Considerando que la edad promedio de estos buques es de 21 años, dado que su certificación y seguro es opaca, estos buques son los más preocupantes desde el punto de vista ambiental y regulatorio.
Aunque un derrame podría dejar fuera del mercado a la mayoría de la flota gris regulada, lo que daría lugar a tarifas muy altas para los tanqueros convencionales en el corto plazo, podría tener un impacto negativo en los mercados a largo plazo.